No a la discriminación
Silvia Beatróz Zurdo
AL ponerse en lugar del otro
la bondad marca diferencias.
Al respetarnos como somos
facilitamos la convivencia.
Producen heridas graves
el rechazo y la exclusión,
ojalá no existiera
la cruel discriminación.
La burla y el abandono
dañan nuestros sentimientos.
La humillación y el rechazo
son injustos y violentos.
Excluir el desamparo
es cuestión de actitud.
Respetar las diferencias
es de elogiosa virtud.
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